Preguntas frecuentes
El Astrocuento está pensado para niños y niñas que ya saben leer, para que puedan sumergirse en la historia por sí mismos. Sin embargo, también es ideal para los más pequeños, quienes pueden disfrutar del cuento en compañía de un adulto que se los lea, convirtiéndolo en un hermoso momento de conexión.
La astrología es un lenguaje simbólico que nos ayuda a comprendernos mejor. No se trata de predecir el futuro, sino de explorar nuestras fortalezas, emociones y formas de relacionarnos con el mundo.
Es un mapa del cielo en el momento exacto de nuestro nacimiento. Nos muestra una combinación única de energías que influyen en nuestra personalidad y en la forma en que experimentamos la vida.
Sí, la carta natal no cambia, pero nuestra relación con ella sí. A medida que crecemos, vamos desarrollando diferentes aspectos de nuestra personalidad y aprendemos a equilibrar nuestras energías.
Este cuento es una forma lúdica y poética de acercarse al mundo de la astrología sin etiquetas ni determinismos. A través de personajes que reflejan la energía del niño o la niña, se busca potenciar su autoconocimiento y generar conversaciones en familia.
Los astros en este cuento son personajes con características particulares que acompañan al niño en su viaje de autodescubrimiento. Hemos elegido incluir el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, dejando de lado los planetas generacionales para hacer la historia más cercana y personal.
La Luna representa el mundo emocional y el refugio interior, un aspecto con el que los niños suelen identificarse con más facilidad. En este cuento, la Luna actúa como una guía amorosa que acompaña el recorrido, brindando seguridad y contención.
Si deseas explorar más sobre la carta natal y su significado, puedes consultar a un astrólogo/a. La astrología es una herramienta profunda que puede ayudar a comprender mejor las emociones y necesidades de cada persona.
No, el cuento es solo una herramienta de exploración y autoconocimiento. No busca encasillar ni limitar, sino abrir puertas para que cada niño o niña descubra su mundo interno de manera libre y creativa.